Este texto -casi- no dice nada. Es modesto y simple. No he deseado que fuera complejo. Quizá parezca trivial. La claridad no es una virtud de nuestra época. Tal parece que las ideas respetables sólo pudieran exponerse de un modo alambicado.
Mucho más éxito habría de hallar en los entresijos de la lengua, urdiendo verdades inefables que acaso intimidaran al osado hermeneuta. Con soberbia destreza velaría la genuina inanidad de lo vacuo. Basta arrebujar, en paños, los sordos pasos que me arrastran circularmente a las simas explanatorias, consumando el prestigioso viaje sin retorno de lo simple a lo complejo.
Este blog comenzó con ideas personales, microcuentos, e historias diversas. Al paso del tiempo, unos relatos empezaron a enlazarse con otros y los personajes cobraron vida propia; si bien, me cuesta transcribir su forma de hablar y elegir sus aventuras (tienen muchas más de las que escribo). Tal como va, se está configurando una “blogonovela” (versión electrónica de los populares folletines del siglo XIX). Si a alguien le divierte este blog que lo exprese, y -sinó- que calle para siempre...
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